Siguen existiendo segmentos de rendimiento de bonos atractivos
Adrien Letellier, Analista de tipos de interés y crédito
En el entorno actual de bajos tipos de interés, todos los inversores buscan rendimientos alternativos. En nuestro modelo de mercado, hay tres segmentos de especial interés, a saber, la deuda híbrida de empresas, los bonos de emisores denominados “rising stars” y la deuda soberana china, cada uno con sus propias características y funciones en la cartera.
La deuda híbrida, a medio camino entre el capital y la deuda, permite invertir en emisores con una calificación crediticia de Investment Grade y obtener al mismo tiempo una rentabilidad cercana al High Yield. Estos valores subordinados tienen un riesgo de impago equivalente al de un bono senior del mismo emisor. En el contexto actual, los inversores obtienen en promedio un rendimiento cuatro veces superior en bonos híbridos en comparación con los bonos senior. Creemos que, en 2022, este segmento no solo mejorará el rendimiento, sino que también proporcionará una mayor protección contra un repunte de los márgenes soberanos. Otro segmento de interés son los denominados “rising stars”, esto es, emisores que actualmente tienen una calificación crediticia de High Yield, si bien su trayectoria financiera les permitirá obtener de nuevo la calificación de Investment Grade en un plazo de dos años.
En 2020, la calificación de un número récord de empresas se redujo, pasando de la categoría de Investment Grade a la de High Yield debido a la crisis provocada por la COVID. Sin embargo, la recuperación económica permitirá nivelar los balances y proseguir el ciclo positivo iniciado en 2021. Se espera que un gran número de empresas en la categoría de High Yield recupere la condición de Investment Grade, lo que supone una reducción del riesgo crediticio y, por tanto, una ganancia de capital para el inversor.
No obstante, es necesario posicionarse en estas “estrellas ascendentes” sin esperar a que las agencias de calificación crediticia aumenten su calificación, ya que, históricamente, el 100% del rendimiento del capital se logra en los 12 meses anteriores a su retorno a los índices Investment Grade. Por consiguiente, si se combina este factor de rendimiento y el cupón del bono, el inversor puede obtener mayores rendimientos.
Bonos soberanos chinos
El mercado de renta fija chino sigue abriéndose a medida que sus bonos se incluyen en los índices mundiales. Esta deuda en moneda local ofrece un perfil de riesgo/rendimiento atractivo. Su calificación es muy alta (AA+) y la estrategia de internacionalización del país es favorable a la divisa. Al mismo tiempo, el rendimiento actual a cinco años está cerca del 3%, aún muy por encima del rendimiento de los bonos de los países desarrollados. Por lo tanto, consideramos que, en 2022, este segmento constituirá una buena manera de aumentar el rendimiento potencial y de protegerse contra la subida de tipos en el resto del mundo.
OTRAS FUENTES DE RENDIMIENTO: PRODUCTOS ESTRUCTURADOS NO CORRELACIONADOS
Quentin Denys - Asesor en inversiones
Conseguir una rentabilidad razonable controlando el riesgo resulta ahora más difícil. No obstante, es posible generar rendimientos alternativos sin correlación con los mercados de renta variable y de renta fija a través de productos estructurados. Existen varios tipos de productos y las soluciones que estamos considerando para 2022 son las siguientes:
- Productos de dispersión, que monetizan las diferencias de rendimiento dentro de una cesta de valores cuidadosamente seleccionada. No importa en qué dirección vaya el mercado, es la dispersión del rendimiento lo que cuenta y genera la rentabilidad.
- Productos de arbitraje de capital garantizado al 100%, cuyo objetivo es monetizar un diferencial entre los precios futuros y los actuales de varias clases de activos, independientemente del curso que sigan.
- Por último, estrategias sistemáticas, que permiten una inversión disciplinada y evitan los riesgos idiosincrásicos o de oportunidad.
Por lo tanto, existen muchas soluciones de productos estructurados para aportar rentabilidad, resiliencia y diversificación a la cartera.